Diferencias entre té e infusión. ¿Cuál es mejor de las dos?
Té o infusión. ¿Has utilizado ambas palabras indistintamente? Es muy habitual hacerlo. Sin embargo, son diferentes y hay una característica muy clara que marca la diferencia entre té e infusión.
EQUILIBRIO, SENSACIONES
Diferencia entre un té y una infusión
Según la RAE, una infusión es una “bebida que se obtiene de diversos frutos o hierbas aromáticas, como té, café, manzanilla, etc., introduciéndolos en agua hirviendo”.
Si te has dado cuenta, el té aparece como una posible infusión en la definición. Eso quiere decir que el té es un tipo de infusión, de los muchos que existen.
Resumiendo: el té es una infusión, pero no todas las infusiones son té.
¿Y a qué se le llama té exactamente?
Se considera té a las bebidas que se preparan con agua muy caliente que están hechas con Camellia Sinensis (la planta del té y, por lo tanto, contiene teína).
Los diferentes tipos de té, como el rojo, blanco, verde, negro, etcétera, provienen todos de la misma planta, pero varía su grado de oxidación.
Por lo tanto, cuando lo que se infusiona son las yemas y hojas jóvenes de la Cammellia Sinensis (aunque además lleve otros frutos o especias), entonces hablamos inequívocamente de té.
La mayor diferencia entre té e infusión, son los ingredientes. Y por ello surgen otras variables, como por ejemplo el tiempo en el que se infusiona.
En general, el té no se deja más de 5 minutos en el agua caliente, porque llega un momento que empieza a amargar en exceso. El tiempo de infusión en función de la variedad del té también varía entre unos y otros.
Sin embargo, hay infusiones, como la manzanilla, que puedes dejarlos en el agua caliente sin retirarla mientras lo consumes. Lo habitual es que una infusión se deje entre 5 y 10 minutos, en función de los ingredientes que contenga, para sacarle el máximo sabor.
Para qué sirven cada una de ellas
Otra de las diferencias sustanciales entre el té y las infusiones son sus propiedades.
El té contiene teína, una sustancia estimulante (similar en efectos a la cafeína) que tiene la capacidad de activarte tanto física como mentalmente. Te ayuda con la concentración y la memoria.
Además, el té es antioxidante y tiene propiedades diuréticas.
En el otro lado de la balanza existen infusiones con ingredientes como la melisa, la lavanda o la tila que tienen el efecto contrario, pues te ayudan a relajarte y a dormir mejor.
También hay infusiones que contribuyen con tu bienestar, como las clásicas de manzanilla (con o sin anís) que son digestivas o el poleo menta que además es refrescante.
Las infusiones de rooibos, al no tener teína, son una alternativa perfecta para quienes disfrutan de sabores intensos como el té, pero no pueden tomar estimulantes.
¿Es mejor la infusión o el té?
A esta pregunta, como ya imaginas, hay que responder con un depende.
Depende de lo que necesites en cada momento. Tras una comida copiosa seguro que te apetece una infusión digestiva: prueba con InfuDigest, con manzanilla y anís, con un toque mentolado refrescante y dulce por el regaliz.
Si notas que tu cuerpo está hinchado por retención de líquidos, prueba con un InfuDren, una combinación de rooibos, piel de naranja y cola de caballo, de sabor suave, ligeramente cítrico y refrescante.
En general, los tés (al contener teína) es mejor consumirlos por la mañana, para conseguir ese aporte extra de energía que te ayuda a concentrarte. O incluso después de comer, puedes disfrutar de un Té Verde a la menta Hornimans, de sabor balsámico a la vez que refrescante.
Las posibilidades son casi infinitas. Antes de decidirte, escucha a tu cuerpo, detente para comprobar cómo te encuentras y selecciona la infusión ideal para disfrutar de ese preciso instante.
Cuida de ti a la vez que te deleitas de toda la gama de productos Hornimans.